Largas filas, horas de espera y miedo de no encontrar combustible, son cosas que pueden llevar a una persona a mostrar comportamientos agresivos.
De acuerdo con Alejandro Gutiérrez Cedeño, especialista en psicología de la Universidad Autónoma del Estado de México, este desabasto no debe influir emocionalmente en la sociedad pues eso llevaría a momentos de caos.