Las mujeres víctimas de feminicidio y de violencia física han sido objeto de actos crueles en el Estado de México.
Los cuerpos y los rostros han sido destrozados quemados, desmembrados, amordazados, descuartizados, asfixiados y cortados con utensilios punzo cortantes como cuchillos, vidrios y desarmadores.
Tal es el caso de Ana, una joven mexiquense egresada de la Unidad Académica Profesional de Tianguistenco de la Universidad Autónoma del Estado de México, quien fuera agredida el 7 de noviembre por su ex novio, hizo público el acto tan lamentable a través de sus redes sociales.
La joven relata que aquel día, un hombre identificado como Eduardo "N" en estado etílico con un envase de vidrio con líquido, le golpeó la cabeza, para posteriormente lesionarle el rostro en varias ocasiones.
Este tipo de casos han ocurrido en municipios mexiquenses tales como: Ixtapaluca, Cuatitlán, Tecamac, Chimalhuacán, Zumpango, Ecatepec, Toluca y Otzolotepec.
Ante está situación el congreso mexiquense en julio de este año aprobó una reforma al Código Penal local para castigar, hasta con 10 años de cárcel, a quien arroje ácido o sustancias corrosivas, químicas o flamables a una persona.
Los tipos de ácido más comunes en estos ataques hacia mujeres son el ácido sulfúrico, el ácido nítrico y el ácido clorhídrico.