Algunos campos de cultivo del Estado de México, se han visto afectados con el aumento en el nivel de los canales de agua negras, afectando la producción de elote, haba y trigo.
Pese a que la gran mayoría de cultivos es para el autoconsumo, los agricultores mencionan que con las aguas negras de contaminan sus productos, lo que podría derivar en algunas enfermedades infecciosas.