Amnistía Internacional acusó este martes a Israel de cometer un "genocidio en directo" de palestinos en la Franja de Gaza, al haber forzado a la mayoría de la población a desplazarse y provocar una catástrofe humanitaria en el territorio.
"Desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas realizó crímenes terribles contra ciudadanos de Israel y capturó a más de 250 rehenes, el mundo asiste en sus pantallas a un genocidio en directo", denunció la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, en su informe anual.
"Los Estados han visto, como si fueran impotentes, a Israel matar a miles de palestinas y palestinos, masacrando familias enteras de varias generaciones y destruyendo viviendas, medios de subsistencia, hospitales y establecimientos escolares", aseguró.
La agencia de Defensa Civil de Gaza dijo hoy que cuatro personas murieron y otras resultaron heridas en un bombardeo israelí contra las zonas de desplazados en el sur del territorio palestina.
La organización asegura que las acciones del gobierno israelí cumplen con al menos tres de los cinco actos definidos como genocidio en la Convención de las Naciones Unidas de 1948: asesinatos de miembros del grupo, causación de daños físicos o mentales graves y la imposición deliberada de condiciones de vida destinadas a destruir al grupo, total o parcialmente.
El informe se basa en una investigación de nueve meses que incluye más de 200 testimonios recogidos en Gaza, análisis de imágenes satelitales y videos que documentan ataques a civiles e infraestructuras esenciales. Amnistía también señala declaraciones de líderes israelíes que, según la organización, evidencian una intención genocida al deshumanizar a los palestinos y justificar acciones militares que afectan a la población civil.
Además, otras organizaciones como Human Rights Watch y Médicos Sin Fronteras han respaldado estas acusaciones, denunciando actos que podrían constituir genocidio, como la destrucción deliberada de infraestructuras de agua y saneamiento, y la obstrucción de ayuda humanitaria, lo que ha agravado la crisis humanitaria en Gaza.
El gobierno israelí ha rechazado categóricamente estas acusaciones, calificándolas de "calumnias antisemitas" y defendiendo sus acciones como medidas de autodefensa contra Hamás. Sin embargo, informes indican que las operaciones militares han causado la muerte de más de 44,500 personas y han desplazado a cerca de dos millones de habitantes en Gaza.
La comunidad internacional está dividida respecto a estas acusaciones. Mientras algunas entidades, como la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, han iniciado investigaciones preliminares, otros países y organizaciones han mostrado reticencia a pronunciarse de manera contundente. Amnistía Internacional insta a una acción inmediata para detener lo que considera un genocidio en curso y pide a la comunidad internacional que tome medidas para garantizar la rendición de cuentas y la protección de los derechos humanos en la región.
