Han pasado ocho días desde que fueron retirados los comerciantes ambulantes del Parque Simón Bolívar en la zona centro de la capital mexiquense.
Hoy el parque luce acordonado con cintas y vallas metálicas mientras policías municipales e inspectores rondan por los senderos.
Medida que ha divido opiniones entre habitantes, algunos a favor y otros en contra; sin embargo, coinciden en que el parque ha perdido su belleza.