El parque urawa se ha convertido en un lugar para albergar personas en condición de calle e incluso para que algunos de ellos pidan limosna a personas que acuden a hacer actividad física. Esta situación afecta algunos jardines toda vez que algunos de ellos hacen sus necesidades fisiológicas o bien arrojan algunos residuos, por lo que algunas personas refieren que estos espacios deben ser de sana convivencia.