Solo durante enero de 2024, se iniciaron un promedio de 224 carpetas de investigación diarias por el delito de robo a negocio.
Ante el aumento de la incidencia delictiva, muchos negocios deciden invertir en sistemas de seguridad y vigilancia. La inversión en seguridad se ha vuelto una necesidad para muchos negocios que buscan reducir el riesgo de pérdidas y mejorar la confianza de sus clientes.
Estas medidas no solo buscan proteger los activos y la integridad de los empleados y clientes, sino también disuadir a posibles delincuentes.
De acuerdo con Forbes, ocho de cada diez empresas destinan hasta el 8% de su gasto operativo a seguridad.
En México, el gasto total en tecnología de la información dedicado a seguridad aumentó un 10.7% en 2023 en comparación con 2022. El costo de adquisición de equipos de videovigilancia varía entre 4,000 y 9,000 pesos por cada conjunto de cuatro cámaras.
No obstante, la inversión en seguridad no solo debe ser vista como un gasto, sino como una estrategia integral que puede generar un retorno significativo a largo plazo.
La inversión en seguridad se presenta no solo como una medida reactiva, sino como una estrategia proactiva para mitigar el impacto de la delincuencia. La implementación de sistemas de vigilancia, alarmas, y controles de acceso se convierte en una herramienta indispensable para los negocios que buscan sobrevivir y prosperar en un entorno cada vez más desafiante.