El sector de la construcción está en crisis.
Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción en el Estado de México, la acumulación de pasivos de administraciones municipales que arrastran adeudos desde hace varios años y que en muchos casos no han sido reconocidos por los gobiernos actuales han puesto en jaque a las constructoras.
Muchos gobiernos municipales que cambiaron de partido se desentienden de los proyectos, buscan desarrollar nuevos y dejar en el olvido lo pasado, situación que ha puesto en riesgo a las empresas que financiaron y ejecutaron las obras. La deuda acumulada alcanza los 2 mil 500 millones de pesos.
Tan solo en el caso del Valle de México hay pendientes pasivos cuantiosos de ayuntamientos como Cuautitlán, Naucalpan y Tlalnepantla, donde el adeudo supera los dos mil millones de pesos y su liquidación implicaría para los ayuntamientos no tener recursos para desarrollar proyectos nuevos, por lo cual, han decidido no reconocerlos.
La deuda es tan alta, que es equivalente al total de la inversión privada en el sector de la construcción en el estado de México que para 2025 se calcula en 2 mil 692 millones de pesos, según datos de la firma Forecastim.
La deuda pública en construcción impacta en el empleo, pues las constructoras aportan el 7.5% del empleo formal estatal.
Cuautitlán es el municipio del Estado de México que acumula la mayor deuda con el sector de la construcción. Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción en el Estado de México que calculan una deuda de 126.9 millones de pesos