Campesinos del Valle de Toluca acudieron a bendecir sus milpas con la flor de pericón o flor de Santa María, como permiso para poder cosechar los productos agrícolas de la tierra, esta flor fue colocada en las orillas de sus milpas.
Cabe mencionar que con esta bendición se inicia el corte de elotes y el consumo de huitlacoches (hongo de maíz) o algún otro producto sembrado, pues con este acto se pone fin al ciclo agrícola.
La tradición indica que la Virgen de la Asunción pasa a bendecir las parcelas y con ello el fin de la canícula.