La vida de Edgar, un estudiante de ingeniería electromecánica del Instituto Tecnológico de Toluca fue truncada desde abril de 2018.
Para la familia del joven, se dictó una sentencia de 47 años por homicidio calificado con diversas irregularidades
También destacan una supuesta aprehensión injusta al ser llevado a las instalaciones de vehículos robados y después a ser reconocido con otros más por una persona, así cómo un cateo en el inmueble del imputado con dos personas al interior, en donde se sembraron pruebas.
Además de que a Edgar compañeros de la escuela le solicitaron estacionar y mover un vehículo del cual desconocía tener reporte de robo propiedad del profesor, asesinado en el Fraccionamiento Paseo del Valle, en Capultitlán, sin que investigarán al resto de los estudiantes.
En el desahogo de pruebas se logró acreditar que la víctima no le dio clases a Edgar, situación que comprobaron las autoridades educativas y que según el ministerio público el arma homicida se había extraviado.
Además de que testigos señalaron en una de las audiencias que era la primera vez que veían a Edgar, que la ropa del supuesto victimario no tenía rastros de sangre cómo lo había dado a conocer el ministerio público.
Sus familiares han manifestado su indignación ante un sistema corrupto, pues el padre de Edgar falleció, su madre perdió su empleo y han sido amedrentados.