En el marco del día internacional del cine mexicano, te traemos cinco películas de nuestro país que seguramente te van a encantar.
El Día del Cine Mexicano se celebra para reconocer y promover la rica industria cinematográfica del país. Esta conmemoración tiene sus raíces en la primera proyección pública de cine en México, que tuvo lugar el 15 de agosto de 1896 en la Ciudad de México.
La celebración fue establecida oficialmente el 20 de abril de 2017, cuando la LXIII Legislatura del Senado de la República aprobó la iniciativa de manera unánime. Desde entonces, la fecha ha ganado popularidad, y diversas instituciones se han unido a la festividad con actividades como exhibiciones de películas clásicas, eventos culturales y exposiciones fotográficas, destacando la importancia del cine mexicano en la cultura nacional.
Estas son cinco de las mejores películas del cine mexicano:
Amores perros:
Estrenada en el año 2000 y dirigida por Alejandro González Iñárritu, Amores Perros se ha consolidado como una de las películas más importantes del cine mexicano. Con una duración de 150 minutos, la película entrelaza tres historias en la Ciudad de México, abordando temas profundos como el amor, la traición y la violencia.
La trama gira en torno a un trágico accidente automovilístico que cambia la vida de tres personas. Octavio, un adolescente que sueña con escapar junto a Susana, la esposa de su hermano, utiliza a su perro Cofí en peleas clandestinas para obtener el dinero necesario para huir. Por otro lado, Daniel, un hombre que abandona a su familia para comenzar una nueva vida con Valeria, una modelo, se enfrenta a las consecuencias de un accidente que pone en riesgo su futuro. Finalmente, El Chivo, un indigente que cuida perros, se convierte en testigo de este trágico suceso.
Amores Perros es más que una película, es una obra maestra que abrió las puertas del cine mexicano al mundo, siendo aclamada por su narrativa cruda y realista, así como por sus poderosas actuaciones.
Macario:
Estrenada en 1960 y dirigida por Roberto Gavaldón, Macario se ha convertido en un clásico del cine mexicano. Basada en la obra de B. Traven, esta película narra la historia de Macario, un humilde aldeano que vive en la pobreza junto a su esposa y sus hijos en un México rural. La trama aborda temas profundos como la muerte y la desesperación, envueltos en una atmósfera mágica y melancólica.
La historia comienza cuando Macario, cansado de una vida llena de privaciones, expresa su mayor deseo: comerse un pavo él solo, sin tener que compartirlo con nadie. Su esposa, al conocer este anhelo, roba un pavo de una familia rica para cumplir el deseo de Macario. Sin embargo, cuando está a punto de disfrutar su comida, se le aparecen tres figuras misteriosas: Dios, el Diablo y la Muerte, quienes le piden que comparta su pavo.
Con una duración de 91 minutos, Macario es una película que invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y la eterna lucha por la supervivencia en un contexto de extrema pobreza. Su impacto ha trascendido el tiempo, siendo recordada como una obra maestra del cine mexicano, fue la primera película originaria de México en estar nominada en la categoría de "Mejor película extranjera" en los premios Oscars.
Sueño en otro idioma:
Estrenada en 2017 y dirigida por Ernesto Contreras, Sueño en otro idioma es una película mexicana que aborda la desaparición de las lenguas indígenas, destacando la importancia de la diversidad cultural en el país. Con una duración de 103 minutos, la cinta cuenta la historia de Martin, un joven lingüista que llega a un remoto pueblo en la selva para estudiar el zikril, una lengua que está al borde de la extinción.
El problema es que los dos últimos hablantes nativos del zikril, Evaristo e Isauro, llevan cincuenta años sin hablarse debido a una enemistad profunda. Martin se enfrenta al reto de reconciliar a estos dos ancianos con la esperanza de rescatar la lengua antes de que desaparezca por completo.
A través de esta conmovedora historia, Sueño en otro idioma invita a reflexionar sobre la fragilidad de las lenguas indígenas y la riqueza cultural que se pierde con su desaparición. La película ha sido reconocida por su sensibilidad y su enfoque en la importancia de preservar las tradiciones y lenguas ancestrales que forman parte del patrimonio cultural de México.
Los Olvidados:
Dirigida por el aclamado cineasta Luis Buñuel en 1950, Los olvidados es una de las películas más icónicas del cine mexicano. Con una duración de 88 minutos, esta obra retrata de manera cruda y realista la miseria y criminalidad que envuelven a un grupo de jóvenes en la Ciudad de México.
La película, conocida por su tono de protesta social y su enfoque marxista, muestra una visión compasiva pero pesimista de la vida en los barrios más marginados. Buñuel utiliza potentes imágenes freudianas y surrealistas para expresar los atormentados sueños y realidades de los personajes, desafiando la visión estereotipada de la "nobleza" del pobre.
Los olvidados es un testimonio del talento de Buñuel para abordar temas sociales complejos a través de un cine profundo y provocador. Su retrato de la pobreza sigue siendo relevante y conmovedor, ofreciendo una mirada sin concesiones a las duras condiciones de vida que enfrentan los más vulnerables en la sociedad.
La ley de herodes:
En 1949, el pequeño pueblo de San Pedro de los Saguaros se ve envuelto en un escándalo cuando su corrupto alcalde huye con el dinero de las arcas públicas. Tras un linchamiento en el que el alcalde es asesinado, el Gobernador decide nombrar a Juan Vargas, un ex activista del PRI y guardián de un vertedero, como su reemplazo.
Vargas llega al poder con buenas intenciones, decidido a lograr la "justicia social" y gobernar con dignidad. Al principio, su mandato parece idílico, ayudando a quienes lo necesitan y actuando con justicia. Sin embargo, cuando comienza a saborear el poder real, Vargas cae en la tentación de la corrupción, convirtiéndose en un alcalde aún más corrupto y despiadado que su predecesor.
Con una duración de dos horas, La Ley de Herodes es un retrato mordaz de la política mexicana y su relación con la corrupción. La película, protagonizada por Damián Alcázar, explora cómo el poder puede corromper incluso a los más bienintencionados, mostrando un ciclo sin fin de abusos en el sistema político del país.