Corretear la chuleta es su lema, Don Hugo Doroteo Mondragón de 50 años recorre varios kilómetros desde Zinacantepec a Metepec para vender sus tamales de rajas, verdes y de dulce.
Lleva 12 años vendiendo tamales y pese al confinamiento social por la pandemia, Don Hugo no desertó pues requiere de ingresos económicos para sus tres hijos, pero sobre todo para el mayor, quien fue diagnósticado con insuficiencia renal y tiene que acompletar mil 300 pesos para la hemodiálisis.
Con la falta de economía y empleo asegura que desde marzo a la fecha su ganancia al día es de 200 pesos, sin embargo asegura que es su única fuente de empleo y que no dejará, ya que sus hijos necesitan dinero para sus alimentos y sus clases en línea.