De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el sector informal aumentó considerablemente a partir de la pandemia por covid-19 hasta en un 40 por ciento, actualmente en el Estado de México, se estima hay casi tres millones de personas que se dedican y viven del comercio informal.
Según especialistas, la proliferación de la informalidad es una realidad que afecta tanto a los comerciantes establecidos como a los consumidores. A pesar de que algunos vendedores ambulantes pueden ofrecer productos a precios más bajos, también pueden generar problemas de seguridad y desorden urbano, así como una competencia desleal y la evasión de impuestos.