El consumo de alimentos asiáticos en México ha crecido notablemente gracias a la globalización, el interés por la cocina internacional y su popularización en redes sociales. La importación de productos chinos ha crecido 60 por ciento este año.
El envío de bienes de China a México ha crecido rápidamente, pasando de 73 mil a 117 mil contenedores en la primera mitad del año, lo que refleja que el 80 por ciento de lo que se consume en el país ya es de procedencia asiática.
Sin embargo, la regulación en su importación, etiquetado y elaboración presenta deficiencias importantes, como el incumplimiento de la Norma Oficial Mexicana (NOM), la falta de una caducidad clara y explícita, y la ausencia de etiquetado en español. Esto pone en riesgo a los consumidores mexicanos.
Expertos en salud alimentaria advierten que consumir alimentos empacados de origen asiático puede representar riesgos para la salud, especialmente cuando no se garantiza un control adecuado en su elaboración e importación. Entre los principales peligros destacan su alto contenido de sodio, grasas saturadas y aditivos, lo que puede favorecer el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y otros problemas metabólicos.
El repunte más significativo en el consumo se da entre los jóvenes, quienes, influenciados por las tendencias en redes sociales y la popularidad de la cocina asiática, han incorporado estos alimentos a su dieta habitual, muchas veces sin considerar los riesgos.