El tratamiento farmacológico para los pacientes oncológicos y con diabetes debe ser diferenciado, de lo contrario, puede empeorar su diagnóstico, sostuvo el especialista en medicina interna de la Universidad Autónoma del Estado de México, José de Jesús Garduño García.
El experto universitario indicó que recientemente creció el número de personas diagnosticadas con algún tipo de cáncer y que de manera simultánea desarrollaron diabetes; sin duda, puntualizó, es necesario un manejo personalizado e informado sobre los fármacos para disminuir riesgos en la salud.
Al participar en el XLIII Curso Internacional del Colegio de Medicina Interna de México, que se llevó a cabo en la ciudad de Veracruz, explicó que, por ejemplo, pacientes oncológicos con sobrepeso u obesidad son altamente propensos a desarrollar diabetes, pues el tratamiento de quimioterapia clásica eleva la glucosa de manera importante.
El experto del Centro de Investigación en Ciencias Médicas (CICMED) de la UAEM señaló que en los últimos años se desarrollaron terapias "blanco", que consisten en dirigir fármacos a una molécula en específico, con la finalidad de que actúen en el metabolismo de las células cancerígenas, pero que a su vez pueden provocar una severa hiperglucemia.
Por otro lado, enfatizó José de Jesús Garduño García, la metformina, medicamento más empleado para el tratamiento de la diabetes, cuya prevalencia nacional es de 9.3 por ciento, puede mejorar la sobrevida en algunos padecimientos oncológicos, como el cáncer de endometrio, relacionado con la resistencia de insulina y la obesidad.