El estrés laboral se ha convertido en una crisis creciente en México, con datos alarmantes que revelan la magnitud del problema. En 2019, más del 40 por ciento de los trabajadores enfrentaba estrés crónico en sus centros laborales. Dos años después, en 2021, este porcentaje aumentó significativamente al 63 por ciento.
Las proyecciones para 2024 sugieren que hasta el 70% de los trabajadores mexicanos sufrirán de estrés laboral, consolidando a México como el país con mayores niveles de estrés laboral en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este fenómeno no solo afecta el bienestar de los trabajadores, sino que también tiene un impacto económico considerable. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que el costo del estrés laboral en México oscila entre 5,000 y 40,000 millones de dólares al año, reflejando una carga significativa para el país y sus empresas.