Los menores de edad suben hasta dos kilos durante los periodos vacacionales, por el sedentarismo y la mala alimentación que reciben durante las vacaciones.
Paola Salazar Dominguez, responsable de la Clínica de Alimentación y Nutrición Familiar del DIFEM, indicó que para evitar este incremento es necesarios que los niños lleven a cabo actividades físicas, como correr, o bien un poco ejercicio por las mañanas, a fin de que los menores dejen el sedentarismo.
Además, piden a los padres de familia respetar los horarios de desayuno, comida y cena, para evitar cambios en su metabolismo. Salazar Dominguez, detalló que al inició del día los niños deben consumir proteina y verduras, así como frutas y cereales