La densificación urbana es una estrategia de política pública que busca optimizar el uso del suelo y abordar el crecimiento desordenado de las ciudades, a través de la construcción de viviendas verticales, el uso mixto del suelo, y la reutilización de terrenos y viviendas abandonadas.
El Estado de México, siendo la entidad más poblada del país con 19 millones de habitantes, se distingue por su alta densidad poblacional de 739 habitantes por kilómetro cuadrado, cifra que contrasta significativamente con la media nacional de 64 habitantes por kilómetro cuadrado.
En Toluca, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano ha promovido la densificación urbana como una estrategia para humanizar las ciudades. Esta propuesta ofrece ventajas como la reducción de la expansión desordenada y un mejor acceso a servicios e infraestructura.
No obstante, la deficiencia en servicios básicos como agua, electricidad y transporte en Toluca representa un desafío para la implementación efectiva de estos proyectos.
Desde una perspectiva ambiental, esta estrategia protege las áreas verdes al evitar la urbanización de zonas rurales o de conservación, promoviendo la sostenibilidad. Pero el crecimiento vertical puede generar desafíos en la gestión de recursos naturales y en el manejo de residuos, lo que requiere un enfoque integral para minimizar su impacto ambiental.