Una grata sorpresa es lo que esperaba la afición mexiquense, ganar al pentacampeón del mundo Brasil y pasar al quinto partido.
Las miradas atentas a este juego, ansias y nervios esperando contar un gol de la selección mexicana; sin embargo, en el segundo tiempo dos goles del cuadro amazónico echaron abajo el sueño del quinto partido.
El monumento al Águila de Colón se quedó esperando la fiesta pues ya era costumbre este punto de festejo en la capital mexiquense.
Caras largas, tristeza, desánimo y frustración fueron las reacciones al final del encuentro, pero, para muchos, ésta fue una de las mejores participaciones que ha tenido el cuadro mexicano en copas del mundo.