No tienen un nombre, no han sido reconocidos y en algunos casos no han sido reclamados por sus familiares, se trata de las personas no identificadas quienes murieron por alguna causa y su cuerpo fue trasladado a alguno de los Servicio Médico Forenses del Estado de México.
Actualmente son más de 2 mil 800 cadáveres sin identificar y la mayoría de estos se encuentran en fosas comunes en panteones mexiquenses, esto de acuerdo con datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, dependencia que aplica cinco periciales que son: medicina legal, antropología forense, odontología forense, dactiloscopia y genética para tener algún rastro de la identidad de la persona y es que de acuerdo con datos de la federación en esta entidad hay más de mil 500 personas desaparecidas desde 1962.
Del total de cadáveres que no han sido identificados, dos mil 276 yacen en fosas comunes en espera de que los avances de las investigaciones lleven a las autoridades a exhumar los restos para poder ser identificados y tener un nombre.
En tanto 547 cuerpos se encuentran bajo resguardo del Servicio Médico Forense en las sedes municipales donde son analizados para encontrar coincidencias con familiares de personas reportadas como desaparecidas.
En la anterior administración, la Fiscalía mexiquense anunció la construcción de un panteón forense con sede en Jilotepec, al norte del Estado de México, con la finalidad de redirigir los cuerpos de las personas no identificadas y que pasan incluso años en los SEMEFOS en espera de que algún familiar les pueda dar un lugar para descansar.