El Estado de México enfrenta una grave crisis ambiental, con una alarmante pérdida de biodiversidad.
De acuerdo con el Mapa potencial de especies en riesgo de extinción en México, elaborado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, alrededor de 150 especies animales se encuentran en estado crítico y al menos 38 están en peligro de extinción.
Entre los anfibios, seis especies luchan por sobrevivir. Las aves, con 14 especies en peligro, como el águila solitaria, el zopilote y el pato real, son uno de los grupos más afectados. Los mamíferos tampoco escapan a esta crisis, con 12 especies amenazadas, entre las que destacan el lobo gris, el puercoespín norteamericano y el ocelote.
Además, tres especies acuáticas son vulnerables debido a la sequía y la destrucción de sus ecosistemas, mientras que dos reptiles enfrentan un futuro incierto.
Las actividades humanas son la principal causa de esta crisis. La extracción ilegal de especies para su venta como mascotas o productos exóticos, así como el crecimiento desmedido de las zonas urbanas que destruyen los hábitats naturales, son las principales amenazas.
De hecho, más del 30% de las especies en el Estado de México se encuentran en peligro de extinción debido a estas causas.
La pérdida de biodiversidad es una de las mayores crisis ambientales de nuestro tiempo. Es fundamental que actuemos de manera conjunta para revertir esta tendencia y garantizar un futuro más sostenible para todas las especies.