El Estado de México enfrenta un importante desafío en materia de infraestructura, pues a pesar de ser una de las entidades más pobladas y económicamente activas del país, cuenta con un amplio historial de obras públicas inconclusas.
De acuerdo con datos del Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral del Estado de México, desde 2019 la entidad suma 214 proyectos de infraestructura que aún no se han terminado. Esta situación ha generado un rezago en diversos sectores, como movilidad, desarrollo urbano y obras públicas.
La deuda histórica en materia de infraestructura es considerable. Datos del Instituto de Salud del Estado de México revelan que las administraciones de Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo destinaron 997 millones de pesos para iniciar la construcción de 10 hospitales que quedaron inconclusos.
Asimismo, la falta de inversión en infraestructura hidráulica ha generado problemas en zonas como el Valle de México.
Obras con un presupuesto superior a los 115 millones de pesos, destinadas a prevenir inundaciones en municipios como Chalco, Ecatepec y Netzahualcóyotl, se encuentran inconclusas, lo que ha agravado la situación durante la temporada de lluvias.
La meta de la administración de Delfina Gómez es ambiciosa: concluir las 125 obras contempladas en el Plan de Obra Pública 2024 antes de que finalice el año. Sin embargo, a la fecha solo se ha entregado de manera oficial una obra terminada, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad para cumplir con este objetivo.