La gestación subrogada es una práctica que ha ido ganando terreno a nivel internacional, y su impacto económico es notable. Cada año, se estima que nacen alrededor de 750 bebés mediante este método, contribuyendo a una industria que genera ganancias anuales de 14 mil millones de dólares a nivel global. Además, se proyecta que para 2032, el valor de la industria alcanzará los 129 mil millones de dólares, lo que refleja su crecimiento exponencial.
En México, la regulación de la gestación subrogada está limitada a ciertos estados, como Tabasco y Sinaloa, donde se han establecido marcos legales específicos para esta práctica. Estos estados se han convertido en destinos clave para la gestación subrogada, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, en gran parte del país, esta práctica sigue sin un marco regulatorio claro, lo que genera debates sobre sus implicaciones éticas y legales.