La lectura no solo abre puertas al conocimiento, también forma ciudadanos críticos, empáticos y mejor preparados para enfrentar los retos del día a día, permite desarrollar la imaginación, enriquecer el lenguaje, mejorar la comprensión y fomentar el pensamiento analítico.
Sin embargo en México, este hábito fundamental aún no está plenamente arraigado.
De acuerdo con el Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2024 del INEGI, el porcentaje de población lectora registró una disminución del 14.6 por ciento en comparación con el año 2015; de la población alfabeta de 18 años solo el 69.6 por ciento declaró haber leído alguno de los siguientes materiales: libros, revistas, periódicos, historietas o páginas de Internet, foros o blogs.
Entre quienes leen, el principal motivo fue el entretenimiento con 41.4 por ciento, seguido por trabajo o estudio 23.4 por ciento y cultura general 23.2 por ciento.
La falta de hábito y gusto por la lectura en el Estado de México tiene diversas causas, entre ellas un entorno familiar poco lector, métodos escolares poco estimulantes, la falta de tiempo y la creciente preferencia por redes sociales y otros medios de entretenimiento digital. Esta situación limita la comprensión lectora, afectando directamente el desempeño académico y laboral.
Según los resultados de la Evaluación del Desempeño Académico del Estado de México 2023, un 68 % de los estudiantes de secundaria en la entidad se encuentran en los niveles más bajos de comprensión lectora.
En 2025, el Estado de México ha impulsado varias iniciativas para fomentar la lectura, destacando el Plan Integral de Lectura Mexiquense, en colaboración con el Fondo de Cultura Económica, la implementación de un Librobús que llevará libros a comunidades rurales y urbanas. Además, se promueve la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro del Estado de México, que busca descentralizar la oferta cultural, reducir el rezago educativo y fortalecer el acceso a la lectura para mejorar las oportunidades laborales.