Desde el pasado 7 de enero, ser motociclista en el Estado de México ya no es tan sencillo como solo "treparse al potro".
La Secretaría de Movilidad de la entidad puso en marcha un proceso de certificación obligatoria para conductores de motocicleta, documento que se volvió requisito indispensable para tramitar la licencia de manejo correspondiente.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Finanzas del Estado de México, el padrón vehicular de motocicletas en la entidad asciende a 2 millones de unidades. Sin embargo, a más de seis meses de la entrada en vigor del nuevo sistema de certificación, apenas se han realizado 3,882 evaluaciones
Esto deja un rezago de 1 millón 996 mil 118 motociclistas que no han sido certificados.
Aunque el objetivo de la certificación era mejorar la seguridad vial y profesionalizar el uso de motocicletas, su implementación ha sido torpe y poco efectiva.
Aunque muchos motociclistas reconocen la importancia de una capacitación adecuada y del uso de equipo de protección, también critican duramente el procedimiento de certificación, al que califican como un trámite "burocrático"
Una certificación sin alcance real no solo es ineficaz, sino que genera frustración y desconfianza en las instituciones.