En las colinas del municipio de Tenancingo, se encuentra la comunidad de San Miguel Tecomatlán. Este lugar no solo es conocido por su belleza natural, sino también por una tradición culinaria que ha perdurado durante siglos: la elaboración de pan artesanal.
En el corazón de esta tradición se encuentra la señora Rita Garcés, una mujer sabia y carismática que ha dedicado más de 75 años de su vida a la elaboración de pan artesanal.
Sus manos expertas han dado forma a innumerables panes tradicionales, y su pasión por esta labor ha trascendido generaciones, ya que ha compartido sus conocimientos con sus hijos y nietos.
La fama de los cocoles de doña Rita ha trascendido las fronteras de San Miguel. Sus panes se han convertido en un auténtico embajador de la cultura gastronómica de la comunidad, llegando a distintos municipios e incluso cruzando la frontera hacia Estados Unidos, donde son apreciados por la diáspora mexicana.
Rita, no solo es una maestra panadera sino también una guardiana de la historia y la cultura de San Miguel Tecomatlán. Cada vez que amasa la masa y moldea los cocoles, mantiene viva una tradición milenaria que une a su comunidad en torno a la mesa.