Se acercan las fechas patrias y lo que nació por necesidad, ahora se ha convertido en un emprendimiento al fabricar ropa de muñecas enfocado a la vestimenta regional tradicional mexicana.
Martha ha dedicado su vida a confeccionar y vender ropa mexicana que refleje las distintas culturas del país desde los 18 años. Destaca en su labor los adornos y encajes. Su mayor satisfacción es regalarle sonrisas a las niñas que aman vestir sus muñecas.
Martha ha logrado empoderar a mujeres para que en un futuro ellas puedan ejercer ese oficio, cuya mercancía ha llegado a países como Italia, Japón, España y Estados Unidos.
Los colores, hilos, telas y amor es lo que ha logrado que este taller familiar continúe vigente. Aunque las ventas tienen altibajos, su labor continúa, pues grandes y chicos se asombran con los vestidos en miniatura.