Durante la pandemia, las actividades de emprendimiento jugaron un papel clave en fomentar la autonomía económica y la gestión del hogar, especialmente en medio de las restricciones y la incertidumbre.
El emprendimiento femenino tuvo un auge notable, y uno de los ejemplos más claros de este fenómeno en México fueron las "nenis", un término popularizado para describir a mujeres emprendedoras que comenzaron a vender productos a través de redes sociales.
En México existen 1.2 millones de Nenis. Estas mujeres, en su mayoría madres de familia o mujeres desempleadas por la crisis sanitaria, encontraron en el comercio digital una vía para generar ingresos de manera flexible y desde el hogar.
Las "nenis" se destacaron por ofrecer productos como ropa, artesanías, alimentos caseros y productos de cuidado personal, entre otros. Organizaron puntos de entrega en lugares públicos, como estaciones de metro o plazas, lo que facilitaba las transacciones con sus clientes.
A medida que crecieron sus redes de clientes y perfeccionaron sus habilidades comerciales, muchas lograron convertir sus ventas informales en negocios establecidos y prósperos. Este proceso implicó un crecimiento en la formalización de sus actividades, con algunas registrando marcas, creando tiendas en línea más profesionales, e incluso abriendo locales físicos.
Estas emprendedoras aprendieron a manejar aspectos clave de la gestión de un negocio, como la atención al cliente, la gestión de inventarios, y el marketing digital, lo que les permitió expandir su alcance y consolidar su posición en el mercado.