Estados Unidos y Rusia llevaron a cabo el mayor canje de prisioneros desde la Guerra Fría, con la liberación de 24 presos en un operativo coordinado por los servicios secretos turcos en el aeropuerto de Ankara.
Este intercambio incluyó a 16 personas liberadas por Rusia y 8 por Estados Unidos y sus aliados, elevando el total de liberados a 26, con dos menores entre ellos.
Los prisioneros liberados por Rusia incluyen a tres ciudadanos estadounidenses, una persona con residencia legal en EE.UU., cinco alemanes y siete rusos. Por su parte, Estados Unidos y sus aliados liberaron a ocho personas, incluyendo al periodista estadounidense Evan Gershkovich, al hispano-ruso Pablo González, al militar estadounidense Paul Whelan, y al opositor ruso Ilya Yashin. También se liberaron a otros detenidos como el alemán Rico Krieger y Vadim Krasikov, un exoficial del FSB.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, describió el intercambio como una "hazaña diplomática" y subrayó el alivio para los detenidos que "han soportado un sufrimiento y una incertidumbre inimaginables". Este intercambio se centró en la liberación de Whelan y Gershkovich, ambos detenidos desde 2018 y 2023, respectivamente.
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) destacó que los prisioneros liberados por Moscú estaban involucrados en actividades contra la seguridad de Rusia. A pesar de las tensiones, el intercambio demuestra un notable avance en las relaciones entre ambos países.