A sus 75 años, Olga Landa, una maestra jubilada, ha forjado un camino que va más allá de las aulas, dejando una marca indeleble en la comunidad de Almoloya del Río a través de su taller de uniformes escolares.
El camino de Olga en la confección de uniformes comenzó de manera inesperada.
Tras el fallecimiento de su esposo, Doña Olga se encontró a sí misma al frente de un pequeño taller que él había establecido hace más de 25 años.
A lo largo de los años, este taller se ha convertido en un punto de referencia en la comunidad, donde la calidad y el compromiso son sellos distintivos de cada uniforme confeccionado.
Al día en este taller realizan poco más de 45 piezas, los cuales son enviados a Santiago Tianguistenco, y San Juan Tilapa en Toluca.
En esta temporada previa al regreso a clases la demanda de uniformes se dispara en un 85%, y las familias acuden en búsqueda de prendas que no solo sean estéticamente atractivas, sino también funcionales y duraderas.