Falta de agua en zonas altas de Toluca; nueva realidad, nuevos hábitos

El acceso al agua potable es esencial para la calidad de vida de las personas, ya que su disponibilidad adecuada impacta significativamente el bienestar humano. En las zonas altas del centro de Toluca, el acceso al agua es limitado, lo que obliga a los habitantes a adaptarse a vivir con restricciones y a incurrir en gastos adicionales para obtener este recurso vital necesario para sus actividades diarias. En esta zona, el agua solo está disponible dos días a la semana. A partir de las 7 de la tarde del sábado, las familias comienzan a almacenar en tambos, cubetas y cualquier recipiente disponible los escasos litros de agua que reciben, los cuales deben racionar cuidadosamente para satisfacer sus necesidades durante toda la semana. Hace unos meses, los vecinos decidieron tomar cartas en el asunto para asegurar el suministro de agua. Se unieron para reunir recursos y, entre varios, adquirieron pipas de agua que, en ocasiones, costaban hasta 1,800 pesos. Algunos afirman que este gasto se sumaba a su pago bimestral por el servicio de agua, lo que representaba una carga financiera considerable. Hoy en día, la compra de pipas de agua ya no es tan común, ya que los vecinos se han conformado con la poca agua que les suministran para evitar gastos adicionales y aprovechan el agua de las fuertes lluvias que han azotado la zona. Vivir con tan poca agua ha obligado a los vecinos a adaptarse a una nueva realidad en la que este líquido es escaso. Esta situación ha cambiado sus hábitos diarios y les ha enseñado a gestionar cuidadosamente el uso del agua disponible.