La violencia contra la mujer no cesa, pese a las acciones llevadas a cabo por las instituciones encargadas de brindar seguridad y acompañamiento, las agresiones continúan
Esto se ve reflejado en el número de delitos contra la mujer que se han disparado en los últimos años, principalmente feminicidios.
De acuerdo con el Semáforo Delictivo Estatal, en 2017 se registraron 69 feminicidios, en 2018 fueron 114, en 2019 se registraron 122, en 2020 fueron 150 y hasta el mes de abril del año en curso se registran 48.
Esto significa un incremento del 30 por ciento con respecto al mismo lapso del año 2020, el más violento para las mujeres hasta el momento.
De acuerdo con Martha Isabel Ángeles, Investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, la generalización y normalización de la violencia contra la mujer ha provocado que los feminicidios incrementen.
Así también, incrementa el número de personas que los cometen, debido a la incapacidad de las instituciones de seguridad de atrapar a los agresores.
Esto en muchas ocasiones genera desconfianza por parte de las mujeres para denunciar a su agresor por la revictimización, miedo, dependencia emocional y económica, o el bajo número de sentencias.
Ya que es un tema cultural de dominio del hombre sobre la mujer y la baja tasa de condenas por agresiones de género, es por lo que feminicidas continúan con estos actos atroces, incluso por años, como se ha visto con los feminicidas de Ecatepec, Toluca y Atizapán.