Sergi Escudero/EFE
Dani Alves debutó por segunda vez en su carrera con el Barça este miércoles en el Estadio Municipal de Linarejos en partido de Copa del Rey, donde el conjunto azulgrana derrotó por 1-2 al Linares y el brasileño jugó el partido completo, finalizando así con un viacrucis de cinco años y medio en el lateral derecho del equipo azulgrana que empezó cuando se fue en el verano de 2016.
Pero, curiosamente, su esperado estreno se produjo como carrilero derecho en el primer tiempo y como interior en el segundo, dos posiciones que para nada le son ajenas debido a su capacidad ofensiva, en el sistema de juego 3-4-3 que planteó Xavi Hernández. Y, pese a ser su primer partido, Alves se erigió como el encargado de los lanzamientos a balón parado.
De todas maneras, es de esperar que cuando regresen jugadores importantes en el centro del campo azulgrana como Pedro González 'Pedri' y Pablo Páez Gavira 'Gavi' el brasileño ocupará el lateral derecho.
Alves dejó el Barça para irse al Juventus de Turín acogiéndose a una cláusula que le permitía marcharse libre que incluyó en su última renovación. La relación con la junta directiva de Josep Maria Bartomeu se había tensado demasiado y el futbolista no tuvo reparos en hacerlo público tras su marcha.
Entonces el club azulgrana ya hacía tiempo que intentaba sin suerte encontrarle un sustituto de garantías en el lateral derecho. El primer jugador que se postuló para ser su relevo fue Aleix Vidal, que llegó en verano de 2015 (aunque no pudo jugar hasta enero de 2016 por la sanción FIFA) procedente del Sevilla con la idea de ir preparando la sucesión de Alves.
Pero su rendimiento no fue el esperado (en 2018 regresaría al Sevilla) y Sergi Roberto, que llegó al primer equipo como centrocampista, tuvo protagonismo como lateral derecho a las órdenes de Luis Enrique y Ernesto Valverde. La idea de reconvertirlo a esa posición había sido del actual seleccionador español, que la empezó a probar en la pretemporada del curso 2015-2016, después de la consecución del triplete.
La aportación del de Reus como lateral derecho, el que más continuidad ha tenido en la posición desde la marcha de Alves, ha ido de más a menos y siempre le ha pesado el hecho de que no sea su lugar natural. Así, el club siguió buscando soluciones y en el verano de 2017 incorporó al portugués Nélson Semedo, fichado del Benfica.
Semedo incrementó la competencia con Sergi Roberto y se fueron turnando la propiedad de la posición, intercalando partidos notables con otros regulares. Aunque su rendimiento normalmente no estuvo al nivel del resto del equipo, el Barça decidió mantener la apuesta para las temporadas 2018-2019 y 2019-2020.
Hasta que tres cursos seguidos sin convencer fueron demasiados y en el verano de 2020 el club azulgrana traspasó a Semedo al Wolverhampton e incorporó en su lugar al joven Sergiño Dest, procedente del Ajax, a la vez que el jugador del filial Óscar Mingueza empezó a ganarse un hueco en el primer equipo durante esa temporada.
La llegada de Dest, aunque tras un curso y medio no ha explotado como se preveía, restó protagonismo en el lateral derecho a Sergi Roberto, que volvió a acumular minutos como interior de la mano de Ronald Koeman antes de que las lesiones le dejaran de respetar. Además, el pasado verano se incorporó Emerson Royal procedente del Betis, pero el brasileño tan solo jugó tres partidos oficiales antes de poner rumbo al Tottenham.
Así, durante la primera parte del curso el lateral derecho del Barça ha sido territorio de Dest y Mingueza, aunque Eric Garcia y Ronald Araujo también han jugado allí en momentos puntuales. Pero ninguno de estos jugadores ni sus predecesores se ha acercado en esa posición al nivel que Alves ofreció durante los ocho años que duró su primera etapa en el club.
Se dice que segundas partes nunca fueron buenas, pero el lateral de Juazeiro, a sus 38 años, sigue demostrando una intensidad, una alegría, una visión de juego y un estado físico que han enamorado a Xavi Hernández. El show ha vuelto a empezar. EFE