Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el reto demográfico del envejecimiento de su población en las próximas décadas; sin embargo, hasta el momento no cuentan con una propuesta estratégica para confrontarlo, afirmó el director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, división de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas, Paulo Saad.
Al dictar la conferencia inaugural de la 14ª Reunión Nacional de Investigación Demográfica en México, que tiene como sede la Universidad Autónoma del Estado de México, el experto sostuvo que el panorama que se observa en la región es de una convergencia a largo plazo de la disminución de la fecundidad y un aumento de la población mayor de 60 años.
Indicó que actualmente prevalece la heterogeneidad en cuanto a cómo se presenta el fenómeno de la caída de la fecundidad; por ejemplo, en Cuba ya se observa un decrecimiento absoluto, mientras que en Guatemala se prevé que el fenómeno inicie en 2066; sin embargo, en todos los países de la región será real.
Se prevé, abundó, que el envejecimiento de la población se generalicé en 2052 en toda la región, lo cual implicará un reto para los gobiernos, debido a las fuertes implicaciones económicas y sociales que varían según los grupos de edad, como consumo, participación laboral, ahorro e, incluso, servicios de salud y educación, entre otras.
Paulo Saad puntualizó que "estos cambios van a tener consecuencias importantes en el crecimiento económico y pueden tener impacto en la sostenibilidad de los sistemas de apoyo y la desigualdad entre generaciones".
El especialista en población refirió que los gobiernos de la región deben aprovechar las oportunidades que aún representan sus bonos demográficos con población joven para plantear estrategias a futuro.
Señaló que en 2040 algunos países de la región, como Brasil, Chile, Cuba y Costa Rica tendrán, principalmente, una población mayor de 60 años, mientras que en 2070 todo el consumo y la economía de la región va a estar más centrada en las necesidades de la población adulta mayor.
Paulo Saad lamentó que los planes de desarrollo de los gobiernos no tengan una estrategia a largo plazo, derivado de que los retos que enfrentan durante su administración generan que tengan proyecciones a corto y mediano plazo.