La fe y la devoción, movieron un año más a miles de personas hasta los principales altares de la Virgen de Guadalupe, uno de ellos ubicado en la localidad de Gualupita en Santiago Tianguistenco.
Uno a uno fueron llegando a la iglesia principal los fieles católicos, entre ellos Wiliberto quien a los pies de la guadalupana pidió por todo su pueblo y familia.