Con un nuevo triplete, en esta ocasión en 38 minutos en los que mandó a la red sus tres remates, Erling Haaland hizo historia en el mejor debut goleador de un futbolista en la 'Premier League', con nueve tantos en cinco jornadas como punta de lanza de un Manchester City arrollador, una máquina goleadora que atropelló a un bisoño Nottingham Forest (6-0).
El Etihad celebra tener al goleador más voraz del planeta. Al noruego Haaland no le pesan responsabilidades y siempre quiere más. Por condiciones puede marcar un capítulo de la historia. De momento ya lo hace en sus primeros pasos, con su segundo triplete consecutivo, imponiendo su fortaleza ante cualquier defensor que se le pone por delante. Hasta tres centrales del Nottingham Forest sin capacidad de respuesta.
No encontró rival el Manchester City, que adquiere velocidad de crucero y mantiene el ritmo que marca el Arsenal. Tras la remontada con cuatro tantos en menos de 40 minutos de la segunda parte al Crystal Palace, ajustó errores defensivos desde una actitud colectiva y desató su variado arsenal ofensivo para hacer disfrutar a su afición.
Su exhibición la dirigió Bernardo Silva desde su calidad con balón el día que Pep Guardiola dio un respiro a De Bruyne de inicio. Como a Mahrez. Se había ganado la oportunidad de titularidad Julián Álvarez, decisivo en la remontada ante el Crystal Palace, y no defraudó. Su prueba junto a Haaland dejó grandes sensaciones. Y eso que brillar junto al 'gigantón' noruego se antoja complicado, pero el argentino reclama su lugar con goles.
Desde 1999 no pisaba el Etihad un Nottingham Forest en el que Steve Cooper tiene mucho trabajo para conjuntar un equipo totalmente remozado a base de talonario en su vuelta a la elite del fútbol inglés. Le vino grande la cita. Incapaz de contener un vendaval ni con defensa de cinco. Doce minutos se sostuvo en pie. El tiempo que tardó Haaland en tocar su primer balón y, como no, lo mandó a la red.
Había avisado Julián Álvarez del inicio de la tormenta pero fue Haaland el que impuso su poderío. Agarrado por Worrall en toda la parte delantera de su camiseta, nada le frenó en su ímpetu de meter la puntera y estrenar su cuenta goleadora. El golpe dejó la única reacción de peligro del Forest tras un contragolpe que acabó con centro desde el costado derecho a la espalda de Walker y que Yates remató al lateral de la red. Punto y final al peligro visitante.
Haaland pasó a ejercer un dominio abrumador del duelo, decisivo en cada balón que tocó. Marcó el segundo a los 23 minutos cuando quiso asistir en vez de definir. No fue egoísta, pudiendo chutar buscó a Foden con la fortuna del que siempre está en la zona de peligro. El rechace de la defensa le cayó a sus pies para marcar a puerta vacía.
Y antes de su segundo triplete consecutivo, con seis tantos marcados en 66 minutos de juego entre los dos últimos choques, hasta le anularon un gol al City tras otro testarazo de Haaland que aprovechó Stones en el segundo palo en posición antirreglamentaria. No pasaba nada, Haaland firmaría el tercero de cabeza, siempre bien ubicado para facturar.
Fue el momento en el que Julián Álvarez inició la búsqueda de goles merecidos. Mientras Haaland manda dentro todo lo que le pasa cerca, el argentino se lo fabrica con mérito. Le frenó el poste en el primer acto tras un gran recorte y zurdazo. Y fue clave para el City no levantase el pie del acelerador en el segundo.
Cancelo dejó el gol de la noche en una acción en la que Bernardo Silva dividió con balón antes de ponerla atrás y que el lateral reconvertido, pusiese su disparo potente en la escuadra a los cinco minutos de la reanudación.
Los mensajes para que no haya relajación llegan con decisiones de Guardiola, que acabó sacando al césped a De Bruyne y Mahrez para alcanzar 19 goles en cinco jornadas (una media demoledora de 3,8 por partido). Y con el hambre de futbolistas como Julián Álvarez, que acabó estrenándose en la Premier con un doblete. El primero de diestra tras pase de Mahrez apareciendo bien al espacio y el segundo tras contragolpe de De Bruyne, castigando con un zurdazo a un Nottingham Forest sobrepasado.
Roberto Morales / EFE