Los cursos de verano contribuyen en cada menor a desarrollar sus habilidades mentales, motrices y sociales, además de que les permiten conocer a los padres de familia la capacidad de sus hijos para desarrollar alguna actividad, señaló Gabriela López, especialista en atención a niños.
La especialista señala que un logro en los pequeños cuando acuden a un curso de verano es la independencia, ya que al enfrentarse a un nuevo entorno, los niños o jóvenes aprenden a tomar decisiones propias y aprender de sus errores.