Ante la contingencia muchos negocios se han visto en la necesidad de adaptarse para no desaparecer, pero pocos han dado un giro tan radical como en los talleres de San Mateo Atenco.
Aquí la elaboración de zapatos es de las principales fuentes de empleo, sin embargo ante las restricciones impuestas por la contingencia sanitaria, las ventas han disminuido casi un 95%.
Así que, para evitar cerrar talleres de los que dependen decenas de familias, productores cambiaron los zapatos por la elaboración de mascarillas o cubrebocas.
Estos cubrebocas son fabricados con los mayores estándares de calidad y han sido un aliciente ante la incertidumbre financiera que enfrentan cientos de mexiquenses.