Madrid, 30 ene (EFE).- El mundo del fútbol americano en particular, y el del deporte en general, se encuentra pendiente del posible retiro de Tom Brady, quarterback de los Tampa Bay Buccaneers y considerado por muchos el mejor jugador en la historia de esta disciplina.
Brady, de cuarenta y cuatro años, saltó por última vez al emparrillado en el duelo de Ronda Divisional de los Playoffs de la NFL que su equipo perdió contra Los Ángeles Rams por 27-30, pese a protagonizar una gran remontada que a la postre fue insuficiente para ganar.
Desde entonces se viene especulando con su posible abandono de la práctica deportiva. De hecho varios medios especializados dieron la noticia por confirmada, si bien no hay un anuncio oficial al respecto.
Es más, en contra de esta información, miembros de su entorno como su padre o su agente han desmentido ese extremo y han afirmado que el mariscal de campo aún no tiene tomada una decisión al respecto.
Mientras el propio Brady, ganador del anillo de campeón el año pasado con su actual franquicia tras conquistar previamente seis defendiendo los intereses de los New England Patriots, guarda silencio.