Ante la incertidumbre económica que se vive por la pandemia de COVID-19 muchos trabajadores se han quedado sin trabajo.
Y es en la informalidad en donde han encontrado un lugar para obtener recursos económicos.
Como el caso de Diana, una joven cheff que hasta antes de la emergencia sanitaria, era docente en una escuela privada, sin embargo su situación cambió y su salario fue reducido hasta que autoridades permitieran el regreso a labores en la institución donde trabaja.
Por ello decidió vender comida, de manera informal, para generar ingresos que permitieran cubrir sus gastos y los de su familia.
El territorio mexiquense se coloca como una de las entidades con mayor crecimiento de la economía informal, así, el 52.8 por ciento de la población económicamente activa se encuentra en esta situación.
Por lo pronto Diana espera poder regresar a su antiguo trabajo con el salario que percibía, aún así, también desea formalizar su negocio y con ello, registrar una marca para evitar volver a pasar dificultades financieras.