Las inmediaciones de la deportiva de Zinacantepec se han convertido en sinónimo de inseguridad. Tan solo la calle Olímpica es una de las más solitarias y dónde, de acuerdo con los vecinos, hace falta patrullas por la noche o cámaras de videovigilancia pues aseguran que servido a los delincuentes para cometer robos a transeúntes pese a tener alumbrado público.