La guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, cumple diez meses este miércoles, en medio de un pico de tensión en Oriente Medio.
La expectativa de un posible ataque de Irán y sus milicias aliadas contra Israel mantiene a la región en vilo.
Israel ha vivido una semana complicada tras los recientes asesinatos de líderes clave. El líder militar del grupo chií Hizbulá, Fuad Shukr, fue asesinado en un bombardeo israelí cerca de Beirut el 30 de julio. Un día después, el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, murió en un ataque en Teherán, que las autoridades iraníes atribuyen a Israel.
"Nuestros enemigos, envenenados por el odio, cegados por el radicalismo y el antisemitismo, han jurado atacarnos nuevamente", declaró el presidente israelí, Isaac Herzog, a las comunidades judías globales.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, intentó calmar a la población asegurando que Israel "está preparado tanto para la defensa como para el ataque"
Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre del año pasado, cuando Hamás atacó Israel causando 1,200 muertos y 251 secuestrados, la violencia ha dejado un saldo devastador en la Franja de Gaza. Al menos 39,677 palestinos han muerto, la mayoría niños y mujeres, 91,645 han resultado heridos y unos 10,000 están desaparecidos bajo los escombros.
En Gaza, 111 rehenes israelíes siguen cautivos, entre ellos dos niños pequeños. Según Israel, 39 de estos rehenes han muerto, aunque Hamás eleva la cifra a más de 70.
La guerra ha causado cerca de dos millones de desplazados, con 1.9 millones de gazatíes viviendo en condiciones críticas debido a la destrucción de viviendas, el colapso de hospitales, epidemias, hambruna y la escasez de agua potable, medicinas y electricidad.
Unos 100,000 israelíes también están desplazados, incluidos habitantes de comunidades cercanas a Gaza y la zona fronteriza con Líbano, donde los ataques milicianos y las sirenas antiaéreas son constantes.
La región experimentó un significativo ataque en abril, cuando Irán lanzó 350 drones y misiles contra Israel en represalia por un bombardeo israelí en Damasco. Este ataque fue neutralizado, pero dejó claro el alto nivel de tensión y el riesgo de una escalada mayor en Oriente Medio.
Con información de EFE.