A su corta edad, José ya sabe lo que es trabajar jornadas largas, y es que la necesidad lo obligó a salir de su casa para limpiar parabrisas y llantas en las calles de Toluca.
A sus 17 años nunca supo de juegos, de ver caricaturas y mucho menos asistió a un salón de clases, y es que lo que importaba era conseguir dinero para comer.