La contaminación del aire se ha convertido en uno de los factores de riesgo más graves para la salud humana, representando una causa importante de mortalidad a nivel mundial. En 2021, se registraron 8,1 millones de muertes a causa de la contaminación del aire, lo que la posicionó como la segunda causa de muerte más importante en el mundo.
Las cifras son alarmantes: en 2019, la contaminación del aire exterior provocó 4,2 millones de muertes prematuras. A esto se suman las muertes asociadas a la contaminación en los hogares, que en 2016 causaron 3,8 millones de muertes. Además, la contaminación del aire afecta especialmente a los más vulnerables, como los niños. En ese mismo año, cerca de 600,000 niños menores de 15 años fallecieron debido a la exposición al aire contaminado.
Más del 90 por ciento de los niños en el mundo respiran aire tóxico a diario, lo que pone en riesgo su salud y desarrollo.