En las alturas del Estado de México, anidado entre cerros y enmarcado por un cielo azul intenso, se encuentra Santa Ana Jilotzingo, un pueblo que se transforma en un mar de verde, blanco y rojo durante los meses previos a las Fiestas Patrias.
Aquí, la tradición de elaborar banderas y artículos patrios ha sido transmitida de generación en generación, convirtiendo a esta comunidad en un bastión del orgullo nacional.
Los artesanos de este pueblo han logrado obtener un tono de verde único, auténtico, que captura la esencia misma de la bandera mexicana.
Este secreto celosamente guardado, combinado con la maestría en la confección, ha posicionado a las banderas de Jilotzingo como las más auténticas del país.
Detrás de cada bandera, moño o rehilete, hay horas de trabajo, dedicación y un profundo amor por México. Los artesanos de Jilotzingo plasman en cada una de sus obras su orgullo nacional, su identidad y su arraigo a la tierra. Es este amor por México lo que los impulsa a crear piezas únicas y llenas de significado.
Las palabras del fallecido rapero Lefty SM, "Soy mexicano esta es mi bandera, verde blanco, rojo hasta que me muera", resuenan con fuerza en el corazón de los artesanos de Jilotzingo.
Este verso, que celebra la identidad mexicana, refleja el sentimiento de muchos de ellos, quienes ven en la bandera un símbolo de unidad, de lucha y de esperanza.