A inicios de este año, el Ayuntamiento de Toluca anunció la continuación de los proyectos de perforación y rehabilitación de 13 pozos de agua en igual número de colonias del municipio con el objetivo de mitigar el impacto de la temporada de estiaje y beneficiar a más de 188 mil 340 habitantes.
Sin embargo, al día de hoy, el proyecto muestra retrasos, sobrecostos y decisiones cuestionables, lo que ha generado descontento y preocupación entre especialistas y habitantes de Toluca, una ciudad donde el 52.3% de la población aún carece de acceso regular al agua potable.
Ricardo Moreno, alcalde de Toluca , defendió el plan asegurando que estos pozos garantizarían una "independencia hídrica" para la capital mexiquense.
No obstante, el avance del proyecto ha sido lento y marcado por decisiones contradictorias. Uno de los ejemplos más notables es la cancelación de los pozos profundos que se perforarían en San José Guadalupe y La Magdalena, en la zona norte de Toluca, que fueron reubicados a zonas céntricas como La Alameda y el Parque Zaragoza, con el argumento de abastecer al Centro Histórico.
Estas modificaciones han generado inquietud no solo por el incumplimiento de los compromisos iniciales, sino también por los riesgos ambientales que implica la sobreexplotación del acuífero. Especialistas en recursos hídricos han advertido que la perforación indiscriminada de pozos no es una solución sostenible, ya que puede dañar el manto freático, provocar su contaminación y alterar el equilibrio natural del acuífero
La gestión del agua en Toluca enfrenta una crisis no solo por la escasez del recurso, sino también por la falta de planificación, transparencia y compromiso institucional.