En el Estado de México hay más de 60 municipios con presencia de fabricantes de pirotecnia entre los que destacan Tultepec, Almoloya de Juárez, Amecameca, Axapusco, Ozumba, Texcoco y Zumpango.
Además de Tultepec que es denominada como la Capital de la pirotecnia, otras comunidades como San Mateo Tlalchichilpan en Almoloya de Juárez también tienen una tradición significativa en la producción de pirotecnia, pues también contribuyen a la industria pirotécnica del Estado de México.
Como actividad productiva, la fabricación, distribución y uso de fuegos artificiales, cohetes y otros artefactos explosivos genera empleo y dinamiza la economía local. Esta industria no solo crea puestos de trabajo, sino que también impulsa el comercio mediante la producción y venta de productos pirotécnicos.
En cuanto al valor cultural, la pirotecnia juega un papel esencial en mantener vivas las tradiciones y técnicas artesanales relacionadas con los fuegos artificiales. Esta actividad no solo preserva el legado cultural de las comunidades, sino que también fortalece su identidad y cohesión social a través de la celebración de festividades y rituales. Los conocimientos y habilidades necesarios para la pirotecnia se transmiten de generación en generación, asegurando la continuidad de esta rica herencia cultural.
Es importante destacar que los productores de Almoloya de Juárez, en colaboración con los de Tultepec, realizan intercambios o trueques de cohetes para lograr una mayor variedad de productos. Muchos de estos cohetes y fuegos artificiales son enviados a otros estados, ampliando el alcance de la industria pirotécnica más allá de las fronteras locales.