El mundo de la Talabartería es el arte de elaborar productos de cuero, como todo buen talabartero Hank mantiene vivo este oficio milenario.
El oficio y pasión que nació desde niño lo sigue manteniendo vivo, la piel o vaqueta de res es su mejor aliada para poder darle vida a sus productos, principalmente a las monturas para caballo.
En las manos de Hank comienza la magia, cortar el cuero a la perfección para después perforar y tejer es un trabajo artístico, pues en cada silla se puede llevar hasta un año en su elaboración.
Un trabajo artesanal donde cada talabartero crea su propia técnica, entre tejidos y piteados es como se elaboran estos productos, pues cada uno de ellos oscila entre los 15 mil y 20 mil pesos, la autenticidad es la principal marca de cada talabartero.
La montura es un elemento de conexión entre el caballo y el jinete, de esta manera sale a lucir los detalles trabajados en el taller.
La vida trasciende pero un producto bien elaborado en buenas manos permanece para siempre.
LO HECHO EN EL ESTADO DE MÉXICO
ESTÁ BIEN HECHO
La creación de productos con piel se han elaborado desde la época colonial, el mundo de la talabartería consiste en elaborar productos de piel de uso diario, así como para el trabajo , en especial del campo, entre los que se destacan cinturones, fundas para celular, botas, bolsas e indumentaria charra.
Las pieles más utilizadas en este arte son de res, cerdo, borrego, cabra y becerro, el Estado de México aún conserva ese oficio, destacando a los municipios como San Mateo Atenco, Valle de Bravo, Tejupilco, Coacalco y Villa del Carbon.
El municipio de Villa del Carbón es considerado a nivel mundial como "la capital del botín charro" y dentro del mismo aún se conservan un total de 200 talleres dedicados a este arte.