En el estado de México, eesde tiempos inmemoriales, el arte de tejer fibras vegetales como la palma ha sido una expresión de la creatividad y necesidad de las comunidades, aprovechando los recursos que el entorno natural ofrece.
Este oficio, conocido por su funcionalidad y belleza, ha sido transmitido de generación en generación, y hoy en día se mantiene vivo como un símbolo de identidad cultural.
Ella es Lorenza, y desde los 10 años, impulsada por la necesidad económica, aprendió a tejer palma para mantenerse a sí misma y a su familia. Lo que comenzó como una forma de subsistir se convirtió en su oficio de vida, una pasión que ha transmitido a las nuevas generaciones.
Con cada pieza que teje, con cada hebra que toma entre sus manos, Lorenza crea una amplia variedad de productos, que incluyen tortilleros, tapetes, manteles, bolsas, canastas, monederos y sombreros y pequeñas figuras. Entre los más comunes están las cruces de palma, que se utilizan en las festividades de Semana Santa.
Cada una de estas creaciones no solo refleja la habilidad y creatividad sino también la rica tradición y el significado cultural que el arte de la palma tiene en su comunidad.
Las artesanías de palma son resultado de una habilidad artesanal extraordinaria y también mantienen viva una tradición ancestral que es parte de identidad y legado cultural del estado de México.