El flujo de remesas hacia México, en su mayoría provenientes de Estados Unidos, ha mostrado un crecimiento constante durante la última década. Cerca del 96% de estas transferencias llegan desde el país vecino del norte, reflejando la fuerte conexión entre los migrantes mexicanos y sus familias en casa.
En 2023, este crecimiento se mantuvo firme, con un aumento del 8.7% en las remesas recibidas durante los primeros 11 meses del año en comparación con el mismo periodo de 2022. Este incremento constante subraya la importancia de las remesas como un pilar económico esencial para millones de familias en México y como un factor clave en la estabilidad económica del país.